martes, 25 de noviembre de 2008

Los lobistas se ponen manos a la obra para conseguir ayudas económicas

El pasado 3 de noviembre hablé sobre la proximidad de la edad de oro de los lobbies debido a las inyecciones económicas que los Estados (los contribuyentes) se ven obligados a aportar a los diversos sectores de la economía para superar la crisis.

Los lobbistas en Estados Unidos se han puesto manos a la obra una vez electo el nuevo Presidente, que ha prometido en los dos próximos años una inyección de setecientos mil millones de dólares (700.000.000.000 $) aproximadamente.

El Center for Environmental Innovation in roofing está moviéndose para que una parte de este paquete económico se dirija a promover el desarrollo de energía en los tejados, pues consideran que de esta forma se generará y al mismo tiempo se ahorrará consumo energético nacional.

La Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos ha enviado una solicitud de plan de apoyo de 90.000.000 millones de dólares para desarrollar programas de energía limpia, programas de escuela pública y programas para el desarrollo de obra pública

La Asociación Transportation for America, grupo que promueve la mejora de las líneas de comunicación y el transporte en Estados Unidos, ha solicitado 18 mil millones de dólares para la construcción de puentes y carreteras, casi 5 mil millones para la mejora de las vías y 8 mil millones para reemplazar autobuses públicos por otros menos contaminantes.

La Asociación American Wind Energy Association pide créditos fiscales para incentivar la inversión en la energía eólica.

De la misma forma The Associated General Contractors of America (AGC), reclama mayor dinero para poder afrontar la cantidad de proyectos de construcción que tienen diseñados, pero necesitan financiación.

Sólo hemos citado algunos grupos de interés que buscan ayudas en las nuevas promesas económicas, pero hay muchos más, en los que los lobbistas no cesan de buscar argumentos, estrategias y métodos lícitos y transparentes para defender los intereses de sus empresas o clientes.

¿Y en España? ¿quién y dónde se habla de estos intereses? Hace falta que la defensa de los intereses sea más transparente y más pública, y los lobbistas somos los primeros que debemos promover esta acción abierta.

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