El paso de la actividad política a la empresa privada se ha convertido en el pan nuestro de cada día en la sociedad española, sobre todo ahora que hay crisis y las influencias que uno pueda tener con el Gobierno y los partidos cotizan a precio de oro. Las grandes firmas han intensificado en los últimos meses los fichajes dentro de la cantera política con el objetivo de reforzar su equipo directivo y humano. No en vano, las agendas de los políticos valen en estos momentos más que nunca.
Desde que empezó el año, y al igual que sucede en el fútbol, el aterrizaje de políticos dentro de la empresa privada ha sido de lo más variado. Empezando por el color político y pasando por el impacto en la opinión pública.
El último político en subirse al carro de la empresa privada no ha tenido apenas trascendencia en la opinión pública ni en los medios de comunicación. Su nombre es Alejandro Gil, ex consejero socialista de Vivienda y Urbanismo de Castilla-La Mancha durante la última legislatura de José Bono, que acaba de aterrizar en la inmobiliaria alcarreña Hercesa para reforzar su área de desarrollo de suelo industrial.
Sin embargo, este año ha habido dos fichajes especialmente sonados y simultáneos en el tiempo: los de Eduardo Zaplana –ex diputado y ex portavoz del PP en el Congreso- por Telefónica y el de David Taguas –ex director de la Oficina Económica de Zapatero- por Seopan, la patronal de las constructoras.
Zaplana renunciaba hace mes y medio a su escaño parlamentario para convertirse en delegado de Telefónica para Europa, con dependencia directa de su presidente, César Alierta. La amistad de Zaplana con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, le convertía en el fichaje perfecto para facilitar los negocios de la operadora en la Unión Europea en general y en Italia en particular.
Especialmente polémico fue el aterrizaje de Taguas en el lobby de la construcción, ya que sólo cuatro meses después de salir de Moncloa pasaba a ocupar un puesto en el que tenía acceso a toda la información de la política económica. Las críticas no tardaron en producirse a cuento de las posibles incompatibilidades derivadas de este fichaje.
Otro de los más sonados este año ha sido el de Josu Jon Imaz, como máximo responsable de Petronor, participada al 86% por Repsol y al 14% por la BBK. El ex presidente del PNV era una pieza muy cotizada por el presidente de Ibedrola, Ignacio Sánchez Galán, quien llegó a barajar su nombre al frente de su filial de Renovables. Antonio Brufau le ganó entonces la partida.
De la era de González a la etapa de Aznar
Rodrigo Rato, ex ministro de Economía en los dos legislaturas de José María Aznar, compagina en la actualidad diversos cargos dentro de la empresa privada. Tras dejar su cargo como director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recaído en las filas de Lazard, Criteria y Banco Santander; entidad en la que Isabel Tocino, otra de las ministras de la etapa de Aznar –en concreto en la cartera de Medio Ambiente-, es actualmente consejera delegada. Precisamente la entidad que preside Emilio Botín acoge en su consejo de administración a otro popular, Abel Matutes.
Del Gobierno Aznar, además de los anteriormente citados, varios ministros han aterrizado en la empresa pública. Josep Piqué, ex ministro de Asuntos Exteriores y de Ciencia y Tecnología además de ex presidente del Partido Popular en Cataluña, es actualmente el presidente de la aerolínea de bajo coste Vueling, mientras que Rafael Arias Salgado, ex ministro de Fomento, es el máximo ejecutivo de Carrefour. A la lista se suman los nombres de Jaume Matas, ex ministro de Medioambiente y ex presidente de Baleares, directivo del Grupo Barceló. En cambio, otra ex ministra, Ana Birulés, por el contrario, acaba de poner fin a su experiencia en la empresa privada tras dejar la vicepresidenta de Renta Corporación, ante las fuertes pérdidas anunciadas por la inmobiliaria.
Los ministros del Gobierno de Felipe González tampoco han sido ajenos a este éxodo hacia lo privado. Narcís Serra, ex ministro de Defensa, ocupa en la actualidad la presidencia de Caixa Catalunya, mientras que el ex ministro de Agricultura, Pesca y Ganadería, Luis Atienza, dirige las riendas de Red Eléctrica de España.
En el lado opuesto a todos estos nombramientos figura el nombre de Araceli Muñoz, vicepresidenta ejecutiva del Grupo Rayet, que a mediados de julio anunciaba su vuelta a la tarima política como nueva subdelegada del Gobierno de Guadalajara.
lunes, 11 de agosto de 2008
Políticos que se pasan a la empresa privada (un buen resumen)
Elena Sanz en El confidencial nos ofrece un buen resumen de los políticos que han pasado a la empresa privada en los últimos meses:
Etiquetas:
altos cargos,
politica
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