Ayer se celebró en Bruselas el "Worst EU Lobbying Awards 2008" organizado por los lobbies o grupos de presión Corporate Europe Observatory, Friends of the Earth Europe, LobbyControl and Spinwatch.
El "Premio a la peor acción de Lobby 2008" se concede aquél grupo de presión, consultor lobbista o empresa que haya realizado acciones de lobby que están fuera de la legalidad, como dar información tergiversada a los diputados, pagar comisiones para ganar voluntades, etcétera.
La "premiación" se hizo mediante votación por internet. Independientemente de la objetividad de los premios, que desconozco hasta el momento, cabe destacar que desgraciadamente uno de los galardonados ha sido una empresa española: Abengoa. "Su nominación conjunta se debe al uso de información engañosa y de disfrazar de ecológica esta industria para influir en los debates en el Parlamento Europeo y en el Consejo alegando que los agrocombustibles son sostenibles", señala uno de organizadores de los Premios. Junto con Abengoa fueron "galardonados" el Consejo Malayo del Aceite de Palma (MPOC) y la brasileña Unión de la Agroindustria de Caña de Sao Paulo (Unica).
En este año se ha abierto una nueva categoría: el "Peor Conflicto de Interés" (Worst Conflict o Interest Award) que recae sobre diputados que favorecen a través de su cargo público intereses particulares. El galardón ha sido concedido -con razón o sin ella- a la eurodiputada finlandesa Piia Noora Kauppi por favorecer los intereses de una banca, siendo aún miembro activo del Parlamento Europeo.
Independientemente de la objetividad o no de los Premios, no estaría nada mal que se realizara algo similar en España. Inmediatamente me pregunto quién ganaría en este año el Premio "Peor Conflicto de Interés" en este año, o quiénes serían los galardonados para recibir el Peor Lobby 2008, por haber desarrollado un lobby al margen de la legalidad y la transparencia.
jueves, 11 de diciembre de 2008
viernes, 5 de diciembre de 2008
Perfeccionando las reglas éticas del lobby y del buen gobierno
John Podesta, excolaborador de Bill Clinton, que encabeza el proyecto de transición y preparación al nuevo Gobierno de Obama, hace unos días comunicó públicamente algunas de las reglas que iban a adoptar en este período. Una de ellas se refería precisamente a los lobbistas.
Por un lado afirmó que durante el período de transición no se permitiría hacer lobby sobre el Ejecutivo. Por otra parte, indicó que quienes hubieran realizado acciones de lobby en los últimos doce meses no podrían trabajar en ninguno de los equipos en transición sobre los que ellos hubieran actuado como lobbistas. De la misma forma, ha prohibido que quienes trabajen en alguno de los equipos durante el período de transición no podrán acercarse a la administración en la que hayan colaborado en los siguientes doce meses.
Algunos han aprovechado para decir que esto debe ser un paso para terminar con la influencia de los lobbies , pero se olvidan que el lobby nace del "derecho de petición" hacia quienes nos representan en los poderes públicos. Si se acaban los lobbies, se acaba en buena parte la posibilidad de defender los intereses de la sociedad, de las empresas o de los trabajadores frente a los poderes públicos. Lo que sí debemos hacer, es mejorar su transparencia y profesionalidad.
¡Lobistas, manos a la obra!
Por un lado afirmó que durante el período de transición no se permitiría hacer lobby sobre el Ejecutivo. Por otra parte, indicó que quienes hubieran realizado acciones de lobby en los últimos doce meses no podrían trabajar en ninguno de los equipos en transición sobre los que ellos hubieran actuado como lobbistas. De la misma forma, ha prohibido que quienes trabajen en alguno de los equipos durante el período de transición no podrán acercarse a la administración en la que hayan colaborado en los siguientes doce meses.
Algunos han aprovechado para decir que esto debe ser un paso para terminar con la influencia de los lobbies , pero se olvidan que el lobby nace del "derecho de petición" hacia quienes nos representan en los poderes públicos. Si se acaban los lobbies, se acaba en buena parte la posibilidad de defender los intereses de la sociedad, de las empresas o de los trabajadores frente a los poderes públicos. Lo que sí debemos hacer, es mejorar su transparencia y profesionalidad.
¡Lobistas, manos a la obra!
Etiquetas:
regulación lobby,
transparencia
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