martes, 8 de abril de 2008

El lobby y las campañas electorales

El lobby suele ser una buena salida profesional para el "entretiempo" de los consultores electorales. Dos razones hacen que esto sea habitual en el sector. La primera el carácter temporal y cíclico de la campaña que hace que existan periódos, cada vez más cortos, en los que no hay trabajo electoral. La segunda la cercanía con los candidatos que se genera durante una campaña y que crea un agradecimiento que resulta muy útil a la hora de acceder y persuadir al político, una vez elegido, sobre la defensa de uno u otro interés. De ahí que en Estados Unidos sea habitual ver estrategas políticos convertidos en lobistas y viceversa.

Pero esta mezcla en ocasiones puede resultar explosiva. Una de estas ocasiones, habitual en España, es cuando la campaña se convierte en una inversión para el día después, y se trabaja bajo precio pensando en el día después y las facilidades que en forma de contratos de la administración, o de empresas privadas que buscan interlocutores con la administración, se le van a presentar a la empresa en cuestión.

La segunda mezcla explosiva es cuando se trata de ejercer los dos trabajos a la vez, defendiendo intereses contrapuestos. Es el caso de Mark Penn, CEO de Burson Mastellers y asesor electoral de Hillary Clinton, que mientras dirigía la campaña de su candidata, opuesta al TLC entre EEUU y Colombia, estaba trabajando para el gobierno de Uribe a favor del mismo TLC. Las consecuencias han sido desastrosas: la dimisión de Mark Penn como asesor electoral, la bajada de la credibilidad de Clinton entre un electorado trabajador que en su mayoría rechaza el TLC y la ruptura del contrato de Burson con el gobierno colombiano. En el lobby hay mezclas que matan....


"Tras los acontecimientos de los últimos días, Mark Penn ha pedido renunciar a su papel como estratega jefe", ha dicho en un comunicado Maggie Williams, la directora de la campaña de Clinton. Willians ha explicado que Penn continuará prestando asesoramiento al equipo de Clinton, pero no desde el cargo que ocupaba hasta hoy.
Las primeras noticias sobre el encuentro que mantuvo Penn el pasado 31 de marzo con la embajadora colombiana Carolina Barco se conocieron el pasado viernes. Penn se apresuró a pedir disculpas por dicho encuentro, que calificó de "error", e intentó desligarlo de su relación con Clinton. Penn explicó que acudió a la reunión en calidad de consejero delegado de la agencia de relaciones públicas Burson Marsteller Worldwide, una firma contratada por Colombia para ayudar al país suramericano en su propósito de que el Congreso estadounidense apruebe un tratado de libre comercio.
Las explicaciones de Penn sólo han servido para que el Gobierno colombiano cancelara ayer su contrato con la empresa que contrató en marzo de 2007 para promover el TLC y el Plan Colombia, el programa de ayuda, principalmente militar, que Estados Unidos otorga al país andino para el combate al narcotráfico.
Según The Wall Street Journal, Burson Marsteller Worldwide había recibido 700.000 dólares (unos 452.000 euros) en compensación por su trabajo para Colombia. Penn, además, ha ganado 20 millones de dólares por los servicios prestados a la campaña de Clinton, de acuerdo con este periódico".

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