El revuelo levantado por la presencia de lobistas en el equipo de campaña de Mc Cain sigue dando que hablar. Hace un par de días el NYT volvía a la carga y señalaba como la decisión de que los miembros del equipo eligan entre el lobby y la campaña ha levantado ampollas en el equipo, y lejos de transmitir una imagen de firmeza y de candidato limpio ha logrado que se siga hablando del tema y se mire con lupa el curriculum de su máximos responsables, Rick Davis y Christian Ferry.
La polémica también está sirviendo para revisar el modelo de registro que establece la legislación americana, y que es el que ha adoptado el equipo de Mc Cain en sus normas internas.
Tres apuntes:
- La necesidad de distinguir entre asesoría estratégica, y técnica y acceso a los cargos públicos, "selling expertise or helping to provide access".
- La exención de registrarse a aquellos que dedican al lobby un tiempo limitado o los que trabajan para gobiernos o empresasa extranjeras (sobre todo los que lo hacen fuera del suelo norteamericano).
Un nuevo ejemplo de la necesidad de revisar la definición de lobista en función del presupuesto o del tiempo, algo que inutiliza la legislación, como se está comprobando una vez más.
lunes, 26 de mayo de 2008
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