Es habitual que la figura del consultor político coincida con la de lobista, sobre todo en los Estados Unidos. Hace unos meses uno de ellos, Mark Penn, tuvo que dimitir como director de estrategia de la campaña de Clinton al hacerse público su trabajo de lobbista a favor de la firma del TLC entre Colombia y USA. Ahora le toca el turno a John Mc Cain, uno de los senadores que han liderado las nuevas medidas legislativas para traer trasparencia a la capital norteamericana. Hace unas semanas comenzó una campaña para pedir la dimisión de los lobbistas implicados en la campaña que se resolvió con la renuncia de cinco de sus asesores que habían trabajado para dictaduras como Burma o Arabia Saudi o dictadores como Ferdinand Marcos, Mobutu o Savimbi. Esto llevo al director de campaña a solicitar la dimisión de todos aquellos asesores que mantuvieran vínculos con lobbistas.
Ahora el movimiento ciudadano Moveon ha comenzado una campaña por la que solicita la dimisión de Charlie Black y del propio director de campaña, Rick Davis, por sus vínculos con los lobbistas.
lunes, 19 de mayo de 2008
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