jueves, 29 de mayo de 2008

El turno de Obama

Estaba cantando. Después de los problemas de Mc Cain con los lobistas y los duros ataques que le dirigió Obama todo el mundo sabía que le llegaría su turno. Ha sido en Puerto Rico, donde su director de campaña local, un tal Pavía, ha resultado ser uno de los más importantes lobistas del gobierno en el Capitolio. Los ingresos de su firma por este concepto durante el año pasado llegaron a los 3 millones de dolares y, por lo que parece, su labor fue determinante.

Como ocurrió con Mc Cain ahora empezarán todo tipo de excusas, motivos e innecesarias triquiñuelas jurídicas pero el problema es de fondo. ¿Es posible ser lobista y trabajar en campañas electorales? Y si resulta un problema, lo es por hacerlo al mismo tiempo, por hacerlo antes o por hacerlo después. Este último caso, quizás el más obvio y el más sospechoso, no lo están considerando ninguna de las reglas internas establecidas por los candidatos. La pregunta es si tendría alguna lógica hacerlo.

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